Dejar ir las cosas que aún amas: Un camino amable hacia la sanación y el crecimiento
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A veces, lo más difícil no es dejar ir lo que te hirió, sino lo que aún amas. Ese amigo que eras como de la familia. Ese sueño por el que luchaste. Esa versión de ti mismo que alguna vez te brindó seguridad. Puedes amar algo profundamente y aun así saber que es hora de soltarlo. Y al hacerlo, abres la puerta a un nuevo capítulo, uno alineado con la persona en la que te estás convirtiendo.
Crecer no siempre significa quedarse; a veces implica renunciar. Seamos honestos, dejar ir duele. Sobre todo cuando se trata de algo que aún te importa profundamente: una relación que alguna vez se sintió como un hogar, un mecanismo de defensa que te ayudó a superar los momentos más difíciles, o incluso una versión de ti mismo que antes te brindaba seguridad.
Pero elegir liberarse es más que un acto doloroso. Es un acto valiente de amor, no solo amor hacia los demás, sino un profundo amor hacia uno mismo. Es una prueba de tu fortaleza, resiliencia y voluntad de evolucionar.
La verdad sobre dejar ir lo que aún amas
Muchos creen que soltar significa olvidar, cortar o rechazar el pasado. Pero soltar de verdad es más sutil que eso. Significa decir:
"Gracias por lo que me diste. Te amo. Y ahora, necesito elegir lo que se alinea con la persona en la que me estoy convirtiendo."
Por qué es tan difícil dejar ir
Puedes amar algo profundamente y aun así necesitar dejarlo ir. He aquí por qué a menudo nos aferramos a ello más tiempo del debido:
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El amor hace que las cosas parezcan valer la pena conservarlas , incluso si eso te cuesta la paz.
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La comodidad parece más segura que lo desconocido , aunque poco a poco vaya disminuyendo tu alegría.
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Atribuimos significado a aquello que alguna vez nos brindó estabilidad , por lo que dejarlo ir puede sentirse como perder el propósito.
El reto no siempre consiste en perder lo que amas, sino en confiar en que algo igualmente significativo, o incluso más afín, lo reemplazará.
Lo que podría estar impidiéndote avanzar
Dejar ir aquello que aún amas no siempre tiene que ver con las personas. A veces se trata de:
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Una ciudad que ya no te pertenece pero de la que temes deshacerte.
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Un trabajo que te permite pagar las facturas pero que te consume el alma.
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Una versión de ti mismo que ya no reconoces, pero a la que te aferras por costumbre.
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Un mecanismo de defensa que antes te protegía pero que ahora bloquea la conexión.
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Una rutina o estilo de vida que te sirvió en modo de supervivencia, pero que ahora frena tu crecimiento.
Estas cosas alguna vez te ayudaron a sentirte seguro, visto o en control. La sanación plantea la pregunta: ¿Te siguen siendo útiles ahora? ¿O es momento de elegir algo diferente?
Señales de que es hora de dejar ir
Dejar ir no siempre implica un final dramático. A veces es un susurro silencioso y persistente de tu alma. Quizás notes:
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Te sientes más agotado que animado.
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Sigues reviviendo el pasado en lugar de crear nueva alegría.
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Notas una desconexión entre tus valores y aquello a lo que te aferras.
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Te abstienes por culpa, miedo u obligación, en lugar de por un deseo genuino.
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Tu crecimiento sigue chocando contra los límites de lo que ya no encaja.
Cómo soltar y sanar suavemente
Dejar ir aquello que aún amas no es rechazo, sino reconocimiento. Algo te ayudó a crecer hasta cierto punto, y ahora estás listo para más. Aquí te explicamos cómo empezar:
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Honra lo que te dio. Todo tiene un propósito, incluso las cosas difíciles. Agradécele su papel en tu vida.
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Permítete sentir el dolor. La tristeza, la ira e incluso la culpa son naturales. No eres débil por sentirlas; estás sanando.
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Cierra el ciclo. Escribe una carta, dilo en voz alta o crea un ritual para cerrar el círculo energéticamente.
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Reorienta tu enfoque. Pregúntate: ¿Qué puede crecer en el espacio que crea esta liberación? ¿Qué parte de mí necesita atención ahora?
Preguntas de reflexión para dejar ir y sanar
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¿Me aferro a esto porque me llena, o porque alguna vez lo hizo?
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¿Qué versión de mí intenta mantenerse aferrada? ¿Es esa la persona que todavía quiero ser?
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¿Qué temo que pueda suceder si dejo esto pasar?
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¿Qué me ha enseñado esta persona/lugar/patrón que pueda aplicar en el futuro?
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¿Qué liberaría si confiara plenamente en que evolucionaría de forma segura?
Combina tu proceso de dejar ir con la sanación energética.
Dejar ir es un proceso tanto emocional como energético. El dolor que cargamos a menudo reside en nuestro cuerpo, enterrado en las sutiles capas de nuestro sistema energético.
Comienza con el chakra donde sientas mayor resistencia. Tu siguiente nivel te espera.
Consejo: Combina tu trabajo interior con tu intención exterior. Cada diario de sanación de chakras te guía hacia un profundo autodescubrimiento, ayudándote a liberar patrones emocionales, eliminar bloqueos energéticos y reconectar con tu verdad. Amplifica esa sanación con nuestras velas de afirmación : vertidas a mano, cargadas energéticamente y alineadas con la vibración de cada chakra.
Enciende tu vela. Repite tu afirmación. Escribe tu verdad. Esto no es solo autocuidado, es trabajo del alma.